No hace ni un mes nos aventuramos a hacer una Brevet, una de
200 kms, como una buena opción de seguir entrenando de cara el Soplao. Elegimos
la de Sant Cugat, con un recorrido ya conocido por nosotros, que ayudaría en la
aventura. Tal fue nuestra satisfacción al acabar, que pronto Roser no dudó en
plantear hacer otra, y por fechas una 300 no nos venía bien, y surgió la de 400
en Tàrrega. Hubo muchas dudas y mucho cachondeo con nuestras locuras, pero
finalizando semana santa, y a una semana de la Brevet, nos lanzamos a la
piscina. Pensar en 400 kms asusta, pero solo eran 3200m, lo cual nos hacía
pensar que sería bastante rodadora.
Miguel y Roser se ofrecieron a poner su casa que tienen
cerca de Balaguer, y con esto ya teníamos el fin de semana montado, ya solo
faltaba pedalear esa cantidad de kilómetros. El viernes nos plantamos en la casa, con todo
preparado, una buena cena y a descansar. Somos 4, Pai, Miguel, Roser y yo, pero
en Tàrrega nos espera Dani, un crack en esto de hacer rutas largas. Saber que contábamos
con su experiencia era un alivio. Levantarse a las 4 no es fácil, y nos costó
ponernos las pilas, así que llegamos al punto de inicio justo a las 6, viendo
como salían todos, y nosotros aun teníamos que preparar las bicis. Al final, a
las 6:30 nos poníamos en marcha.
Salir esa media hora más tarde hizo que no tuviéramos que
pedalear mucho rato de noche, y utilizamos muy poco las luces. Lo que si que
notamos fue el frío, 7 grados en la salida, pero bajando a medida que nos íbamos
acercando a Manresa. Pasamos por Cervera, San Ramón, Calaf, Rajadell, siempre
con un ritmo tranquilo pero constante, solo roto por las constantes ganas de
orinar de algún miembro, debía ser el frío jejejejeje.
Llegamos a Sant Joan de Vilatorrada, donde pondríamos el
primer sello. Han caído los primeros 73 kms, y estamos muy bien. Aprovechamos
para comer, y sorprendentemente se nos unen 2 breveteros mas, que creo se han debido
equivocar en algún sitio. Nosotros, por suerte, llevamos a parte del track en
mi gps, con 2 cargadores externos para no tener problemas, a Dani, que ha
demostrado unas dotes de gps humano increíbles.
Continuamos, cogiendo la C-55 que nos llevará hasta Solsona, tras 44
kms. Sin ser una gran carretera, se puede decir que este es el trozo más bonito
de la ruta, donde más metros subimos, y eso se nota en el paisaje. Sin prisa
pero sin pausa nos plantamos en Solsona, y decidimos comer algo calentito. Son
las 12:45 más o menos, y llevamos 120 kms. Con la tontería hemos pasado lo más
duro en lo que a desnivel se refiere, con 1500m subidos. Quedan 280 kms y otros
1500m, pinta bien. Segundo sello.
Tras un buen almuerzo, y arreglar un pinchazo mío, volvemos
a la ruta. Yo había mirado algo la ruta, y tenía en mente que había que superar
el km 150, donde la ruta comenzaría a tender hacia abajo, pero apareció nuestro
amigo el aire. Nada mas salir de Solsona, se nos puso en contra, y para no
desgastarnos mucho, el ritmo fue más tranquilo, con continuos relevos, pero
tranquilos. Vamos hacia Biosca y luego a Ponts, donde deberemos sellar por
tercera vez. En esta zona disfrutamos de alguna bajada algo más larga que da un respiro a las piernas. Lo mas
sorprendente es que no tenemos calor. Estamos a unos 15-16 grados, pero el
viento es fresco, y hace que no nos sobre ninguna prenda de vestir.
El grupo se mantiene firme, y se percibe por las bromas que
nos vamos haciendo entre nosotros, algún que otro cuchillo, pero muchas risas.
Llegamos a Ponts a las 14:20, un sello, algo de comida rápida y seguimos. Ya
llevamos 160 kms, y hay que plantearse donde comer.
Una buena opción es Balaguer, en el km 200, pero si paramos
mucho, teniendo tan cerca la casa de Miguel y Roser, podía ser una gran
tentación a la retirada. La opción es desechada, mientras pasamos por Artesa de
Segre. No se si es por pensar en la comida, o porque razón, pero comienzo a
tener un bajón psicológico importante. Los kms se me hacen muy largos, pasan
muy lentos, y no consigo que responda el cuerpo. Me voy a atrás del grupo, y en
un estado extraño para los que me conocen, paso esos kilómetros callado a
rebufo. Como dice el dicho, si vas a rueda y callado, vas petado y lo sabes
jajajajaja.
Al pasar por Balaguer, paramos en una fuente, y esa fuente
me dio la vida. Bajar de la bici, estirar, sentarse en un banco dando descanso
al culo, comer, beber, uff, soy otro. Luego me enteré que algún otro miembro
también había sufrido una pequeña crisis, algo que viendo lo que llevábamos y
lo que quedaba, es hasta normal. Y así y todo, estamos en la mitad. Continuamos
dirección Alfarrás, que se presenta como el objetivo donde parar a comer, pero seguimos sin tener consenso, y
sorprendentemente, decidimos que pararemos en Monzón. Son 60 kms con rectas
interminables, una de ellas de 5 kms, con el viento en contra, pero la parada
en Balaguer nos ha dado alas, y vuelve el buen rollito.
Todos conscientes de hasta donde hay que llegar, solo hay
que pedalear y pedalear. Menos Dani, el
resto superamos nuestro récord de
kilómetros en una salida, algo que también sube la moral del equipo. Pasmos
Alfarrás, y luego Binefar. Paso por un desvío que lleva hacia Alcampell, pueblo
de mi madre, y sigo con el subidón. Poco a poco nos acercamos a Monzón, pero el
hambre apreta, y esos últimos kms se
hacen pesados, pero llegamos. Tras unas dudas, nos sentamos en una terraza del
centro, pero, cuando vamos a dar rienda suelta a nuestra alegría, plas, se pone
a chispear. Tras hablar con lo que parecía el dueño del bar, conseguimos que
nos guarde las bicis en un trastero, y nosotros podemos sentarnos dentro con
toda tranquilidad. Y la verdad que triunfamos. Eran las 19:45, y caía otro
sello. 260 kms realizados, 2800m subidos, aunque esos 140 kms con el viento en
contra han sido duros. Pero un pedazo de plataco con pasta, carne, ensaladas,
pizza, 2 jarras de clara, café, de todo,
solo faltó el kalise jejeje, nos puso las pilas de lleno.
Tenemos que ser optimistas, quedan 140 kms y según datos,
unos 400m de desnivel, una salida rodadora de pretemporada. Pero cuando las
cosas pintan bien, siempre hay algo que lo estropea. Tras la cena, reemprendemos
la marcha bajo una gran nube negra que deja caer una lluvia fina. Son las nueve
y poco de la noche, y está todo oscuro, una lástima, porque a esas horas, aun
queda luz buena para rodar. No queda otra que poner las luces y rodar rápido
intentando escapar de la lluvia.
Objetivo Fraga, 52 kms. Nos sentimos con fuerzas, y cogemos
un buen ritmo, y por fin tenemos aire a favor, o mejor dicho, no tenemos viento
en contra. Se nota, rodamos siempre entre 30 y 35 km/h, que cn 260 en las patas
no está nada mal. La carretera por la que circulamos tiene poco tráfico, pero
el suficiente para notar que los coches nos respetan más por la noche que por
el día, increíble. El hecho de llevar un chaleco reflectante ayuda seguro, pero
sigue sorprendiendo ese respeto. Tras
llegar a Fraga, nos dirigimos a Serós para sellar, y ahí aprovechar para
contactar con la familia por última vez. Las previsiones son de llegar sobre
las 3 de la mañana, y a esas horas no podemos esperar que estén esperando,
deben descansar, más si al día siguiente salen a disfrutar del mountain bike.
A Serós llegamos a las 23.15, y ya se aprecia un poco el
cansancio acumulado, pero solo quedan 80 kms, aunque estos tiendan a subir.
Cuando pensábamos que nos habíamos escapado de la lluvia, zas, vuelve otra vez,
joder, nos persigue. Venga, en marcha,
hay que ir a Les Borges Blanques donde pondremos el penúltimo sello.
Rodamos muy bien, y solo algunos repechos mas largos hacen
que baje el ritmo para no romper el grupo. Nuestra super women Roser está
sufriendo, y tenemos que arroparla llevándola en volandas. Como gran campeona
que es, aguanta lo que le echen.
Rodar de noche te mantiene alerta, ya que no puedes
anticiparte mucho a los baches de la carretera, pero también hace que no veas
lo que te viene por delante, sobre todo esas rectas infinitas que pueden ser
muy duras psicológicamente. Solo teníamos las referencias de los coches, a ver
cuanto tardaban en desaparecer por el horizonte, y alguno tardaba más de lo
querido jejejeje. Con más sufrimiento,
conseguimos llegar a les Borges Blanques a la 1 de la madrugada. Hay que coger
aire, quedan 33 kms, no podemos fallar ahora. Nos centramos en recuperar a Roser, sobre todo
haciéndole ver que llegados aquí, da igual llegar a las 3 que llegar a las 4, o
a las 5, lo que importa es llegar, y llegar juntos. Con eso, estamos una media
hora allí, y sabéis quien vino a vernos nada más salir?? Si si, esa, la lluvia,
y con fuerza esta vez. No tocó otra que ponerse el chubasquero. Luchamos un
buen rato contra el agua, pero como en las anteriores veces, al final
conseguimos escapar.
Objetivo Tàrrega, esto está hecho. Equipoooooooooooo!!!!!!
Nos auto animamos con este grito para seguir adelante. El culo ya no es nuestro,
pero no nos bajamos de la bici. Me acuerdo de una frase de Dani, diciendo que
todo lo que te duela a partir del km 200, es normal, no busques explicaciones. Pues
a mí me duele todo, culo, brazos, hombros, tengo el dedo meñique del pie izquierdo
dormido, vamos, que sale de todo, pero ahí estamos, todos juntos.
Y así fue, primer subidón, ver el cartel de Tàrrega a 9 kms,
luego a 3, y luego estamos dentro. Unas vueltas y llegamos al camping de donde
saliamos hacía nada más y nada menos que 21 horas antes. No os puedo describir
el subidón. Si acabar esta Brevet es de
por si emotivo, tengo que agradecer a Roser, Pai, Miguel y Dani, que decidieron
dedicar cada uno sus 400 kms a mi padre, que justamente hoy hacía 8 años que
nos había dejado. Va por ti!!!!
Muy cansados, volvimos a casa, con nuestra medalla, donde
una cerveza sirvió para brindar por lo conseguido. Para acabar, decir que sin estos
4 monstruos de la bici, nunca hubiera hecho esto. Roser, una mujer con la que
nada puede con ella, superstar. Miguel, un superclase incansable que no se
cansa de ayudar a los demás. Superpai, el hombre increíble, pensar que solo
lleva un año y medio con una bici y todo lo que está consiguiendo es brutal. Y
Dani, el Gps man que se crece cuantos más kilómetros lleva. Gracias y
enhorabuena cracks.
El domingo, barbacoa espectacular para recuperar el cuerpo,
no todo va a ser sufrir, jejejeje.
Menudos fieras; felicidades a todos; espero no perderme la próxima; un fuerte abrazo.
ResponEliminaSois lo mas increible que se me ha pasado por delante.
ResponEliminaLa crónica es espectacular como debió serlo la Brevet. Esas hazañas vuestras hacen que algunos nos atrevamos con nuestros retos propios que aunque muy, muy inferiores también nos hacen sentirnos orgullosos.
Gracias por ser un ejemplo a seguir, aunque solo podamos hacerlo en escalas muy inferiores. Es un placer y un orgullo el conoceros.
Gran crónica, Sergio! He revivido cada uno de los kms. Muchas gracias por el apoyo de este gran equipo.
ResponEliminaEres increible, Roser; mis más sinceras felicitaciones; perdona, pero no se que más puedo decir, no encuentro las palabras adecuadas; pues eso ....
EliminaEnhorabuena por la crónica y sinceramente no se me ocurre nada mas que deciros, que sois los mejores compañeros que se puede tener. Gran capacidad de sufrimiento y no menos ganas de afrontar lo que os proponéis con esa alegría y se nota que disfrutáis con ello.
ResponEliminaPermitir que presuma de vosotros delante de la gente pero es que no lo puedo evitar y creo que lo merecéis. sois unos cracks. Un abrazo,