La primera sensación nada más llegar es de buena organización, utilizando el polideportivo para nosotros y con todo bien señalado. Hasta el tema baños estaba bien resuelto.
En la salida, me puse con Juanjo, que llegaba con mejor ritmo que yo, por mucho que él quisiera disimular. Salimos, y como siempre, a intentar adelantar lo que se pueda, y colocarnos bien en la cursa. Las primeras sensaciones son positivas, las piernas responden mejor que la semana pasada en la Lluçanes.
En un pequeño tapón en un sendero por caída de 2 chicos, Juanjo se pone a mi rueda, y luego comienza a marcar el ritmo, algo que me cuesta, pero consigo recuperar los metros perdidos en las bajadas. La zona es espectacular, disfrutando de un buen número de senderos. Pasamos el primer avituallamiento sin parar. Juanjo sigue marcando el ritmo, y yo lo sigo como puedo. Las sensaciones son buenas, y no me importa desgastar algo más intentando no perderle. Segundo avituallamiento, y volvemos a pasar sin parar. En el km 50, después de una bajada y un cruce de río, una subida dura me pone en mi sitio. Ya no consigo seguir a Juanjo, y me siento más pesado de piernas. Toca bajar ritmo hasta recuperarse. Chino chano voy haciendo, y es sobre el km 60 que vuelvo a sentirme bien. En ese tiempo, un chico me ayuda, tirando de mi, y le digo, que si llegamos juntos al final, seré yo quien lo haga. Curiosamente, en una bajada se le cae la mancha, yo se la recojo, pero mas adelante la pierde definitivamente. Y como segunda casualidad, me caigo otra vez, y repito km como en la Lluçanes, el 64, pero esta vez sin consecuencias.
La ruta es chulísima, y eso me anima más aun, y comienzo a ir de menos a más. La última subida la hago bastante bien, recogiendo cadáveres que se suele decir. Entre ellos, el colega que tiró de mi, y que luego se marcho con un amigo. Ahora era él quien necesitaba ayuda, y justo llegaba yo por ahí.
Pues como lo había prometido, me pongo a tirar de él. En la bajada final vamos bien, pero en los kms de llano se me viene abajo. Se toma un gel mientras yo bajo ritmos. Poco a poco avanzamos, y conseguimos llegar juntos a meta. Nos felicitamos.
Busco a Juanjo, saludo y hablo con Joan.
Tras cambiarnos y comer, nos colocamos en meta con los Btteros a esperar al resto. Birras y birras, más bocatas, y muchas risas.
Al final llega Albert junto a Jaume,
Un gran día, con mejores sensaciones, y con la gran sensación de haber disfrutado muchísimo el recorrido.
Otra que no os debéis perder el año próximo
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